Llamen a la Guardia Civil
De 6 meses a 3 años de cárcel por un delito de malos tratos a niños. Yo, la verdad, es que alucino.
La comunidad tiene potestad para decidir si retira o no la tutela a los padres sentenciados por este delito. Vamos, no se corten, alucinen también conmigo.
Así está la ley aquí en mi tierra. Desconozco si es igual de "dura" en toda España pero imagino que, en caso de ser diferente no lo será tanto como para hacerme dejar de alucinar.
La última barbarie de la que he tenido constancia, y seguro me entero de las menos, la he leído hoy en Heraldo de Aragón: Un hijo de puta muele a palos a un niño porque le sale de los cojones, rezaba el titular. Al menos, eso es lo que me ha parecido que ponía.
Aunque quizás no fuera para tanto, ya que el artículo añadía que la madre no hizo nada para evitarlo, quizás era una reprimenda por no haber cumplido sus obligaciones. Pues no quiero ver al cabronazo el día que se levante con el pie izquierdo.
O igual si que quisiera verlo. A lo mejor no me cambiaría de acera si me lo encontrara un mal día. No para nada serio, simplemente para regañarle por lo que ha hecho, para intentar hacerle ver que me parece que se había pasado un poco.
Porque ahí quedaría todo. No creo que yo fuera capaz de machacarlo de tal manera para hacerle sentir miedo de verdad nada más que me viera a lo lejos, para que se meara encima cuando yo alzara la voz, para ver su expresión de acojonado cuando me acercara hacia él, para alimentar mi ego a la par que él va perdiendo su autoestima y para, dentro de unos años, posiblemente, enorgullecerme de ver como se ha convertido en alguien como yo.
Ya les digo, no creo que fuera capaz. Pero por si acaso les pido que llamen a la Guardia Civil para que me detengan por un posible y futuro delito de agresión. Me parece que la pena por este delito está estipulada en dos cachetes, tres gritos y jurar por el niñito Jesús no volver ha hacerlo nunca más (y no vale cruzar los dedos mientras se jura).
Tal vez, si lo hiciera, me convertiría en un serio aspirante a cabronazo. Podría llegar ha caer tan bajo como él. Pero habría una pequeña diferencia, el hijo puta en cuestión tiene 44 años y dos manitas para defenderse. Porque atacar ya veo que sabe, manda huevos.
La comunidad tiene potestad para decidir si retira o no la tutela a los padres sentenciados por este delito. Vamos, no se corten, alucinen también conmigo.
Así está la ley aquí en mi tierra. Desconozco si es igual de "dura" en toda España pero imagino que, en caso de ser diferente no lo será tanto como para hacerme dejar de alucinar.
La última barbarie de la que he tenido constancia, y seguro me entero de las menos, la he leído hoy en Heraldo de Aragón: Un hijo de puta muele a palos a un niño porque le sale de los cojones, rezaba el titular. Al menos, eso es lo que me ha parecido que ponía.
Aunque quizás no fuera para tanto, ya que el artículo añadía que la madre no hizo nada para evitarlo, quizás era una reprimenda por no haber cumplido sus obligaciones. Pues no quiero ver al cabronazo el día que se levante con el pie izquierdo.
O igual si que quisiera verlo. A lo mejor no me cambiaría de acera si me lo encontrara un mal día. No para nada serio, simplemente para regañarle por lo que ha hecho, para intentar hacerle ver que me parece que se había pasado un poco.
Porque ahí quedaría todo. No creo que yo fuera capaz de machacarlo de tal manera para hacerle sentir miedo de verdad nada más que me viera a lo lejos, para que se meara encima cuando yo alzara la voz, para ver su expresión de acojonado cuando me acercara hacia él, para alimentar mi ego a la par que él va perdiendo su autoestima y para, dentro de unos años, posiblemente, enorgullecerme de ver como se ha convertido en alguien como yo.
Ya les digo, no creo que fuera capaz. Pero por si acaso les pido que llamen a la Guardia Civil para que me detengan por un posible y futuro delito de agresión. Me parece que la pena por este delito está estipulada en dos cachetes, tres gritos y jurar por el niñito Jesús no volver ha hacerlo nunca más (y no vale cruzar los dedos mientras se jura).
Tal vez, si lo hiciera, me convertiría en un serio aspirante a cabronazo. Podría llegar ha caer tan bajo como él. Pero habría una pequeña diferencia, el hijo puta en cuestión tiene 44 años y dos manitas para defenderse. Porque atacar ya veo que sabe, manda huevos.
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